DESCRIPCIÓN

Este delicioso y estético pan es originario de Suiza y se cree que sus origenes se remontan al siglo XV. Cuando las mujeres enviudaban se trenzaban el cabello, lo cortaban y enterraban al difunto esposo junto con la trenza. Mas tarde se sustituyó esta trenza por un pan trenzado, dando origen al Zopf. De deliciosa textura suavizada por la mantequilla, es un pan que tradicionalmente se suele comer los domingos. Es ideal acompañado con mermelada, Nutella, o para hacer cualquier tipo de sándwich.

INSTRUCCIONES

1. En un recipiente profundo mezclar la harina, levadura y sal.
2. En un recipiente pequeño mezclar la leche tibia, miel y mantequilla derretida e incorporar todo a la mezcla de harina. Añadir el huevo. Mezclar todo hasta formar una masa homogénea. Si queda muy seca, agregar un poco de leche o si queda muy pegajosa, agregar un poco de harina.
3. Transferir la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasar por aproximadamente 8 - 10 minutos. El resultado debe ser una masa suave y elástica.
4. Colocar la masa en un recipiente grande ligeramente engrasado y cubrir con plástico. Dejar levar la masa aproximadamente 1 - 2 horas o hasta que duplique su volumen.
5. Cuando la masa haya levado, preparar una bandeja para hornear (de aproximadamente 25x35 cm) con papel para hornear. Dividir la masa en cuatro partes iguales y enrollar hasta formar cuatro tiras de aproximadamente 70 cm de largo. Cada zopf se hará con dos de estas tiras. Trenzar los zopf de manera holgada, para que puedan volver a levar. (Ver notas).
6. Colocar los zopf dejando bastante espacio entre ellos en la bandeja preparada en el paso anterior. Cubrir con plástico y dejar levar otros 20 - 30 minutos o hasta que dupliquen su tamaño.
7. Precalentar el horno a 200 °C (395 °F).
8. Barnizar los zopf con huevo ligeramente batido. Hornear 30 minutos o hasta que tengan un color dorado brillante. Dejar enfriar completamente en una rejilla antes de partirlos.