DESCRIPCIÓN

Estas deliciosas y fáciles galletas de mantequilla son originarias de Escocia. Su origen se remonta al siglo 12, y se caracteriza por ser una galleta que no contiene ningún tipo de levadura ni huevo. En Escocia se consideraba un postre de lujo y se preparaba en ocasiones especiales como Navidad, Año Nuevo y bodas. La preparación es sumamente sencilla, y el resultado es francamente delicioso.

INSTRUCCIONES

1. En un recipiente grande batir la mantequilla hasta obtener una consistencia como de pomada. Se puede batir a mano o con batidora. Agregar la sal (si se va a utilizar) y el azúcar glass y seguir batiendo hasta tener una pasta homogénea.
2. Agregar la harina y mezclar suavemente, sin batir, hasta obtener una textura arenosa. Cuando la masa tenga esta consistencia, transferir a una superficie de trabajo y juntarla con las manos en una bola. Es importante no amasar en este punto, para que las galletas queden suaves (ver Notas). Cuando hayamos formado la bola, aplanarla ligeramente y cubrirla con plástico. Refrigerar por una hora para que la harina de la masa se relaje.
3. Pasado este tiempo, sacar la masa y colocarla sobre papel para hornear. Dar forma de rectángulo de aproximadamente 2.5 cm de espesor y cortar las galletas con un cuchillo bien afilado en forma de rectángulos o triángulos. No es necesario separar las galletas entre si en este punto sino solamente marcarlas. Con un tenedor pinchar las galletas para obtener un horneado mas uniforme.
4. Hornear en horno precalentado a 150 °C (300 °F) por 40-45 minutos o hasta que adquieran un color ligeramente dorado. Cuando esten horneadas, sacar del horno y volverlas a cortar, esta vez separando cuidadosamente. Dejar enfriar antes de servir.