DESCRIPCIÓN

Un pastel tan fácil de preparar como delicioso. Tiene la combinación perfecta de sabores de fresa, vainilla y limón que lo hacen ser un gran acompañamiento para una buena taza de té o café.

INSTRUCCIONES

1. Precalentar el horno a 180 °C (350 °F). El pastel se horneará en la rejilla intermedia del horno. Engrasar un recpiente para hornear pasteles de aproximadamente 25 cm de diámetro.
2. En un recipiente mediano, mezclar la harina, polvo para hornear y sal. Reservar. En un recipiente pequeño mezclar los ¾ de taza de azúcar con la ralladura de limón.
3. En un recipiente grande batir la mantequilla o aceite junto con la mezcla de azúcar y ralladura de limón hasta obtener una textura ligera y esponjosa. Agregar el huevo y la esencia de vainilla y seguir batiendo hasta que todo quede bien incorporado. Añadir la mitad de la mezla de harina y batir a velocidad baja. Posteriormente incorporar la leche y el resto de la harina y mezclar todo suavemente hasta obtener una combinación homogénea, pero sin batir demasiado. Verter la mezcla en el recipiente para hornear con la ayuda de una espátula para uniformizar la superficie.
4. En otro recipiente pequeño mezclar las fresas con el jugo de limón y con las dos cucharadas de azúcar restantes. Colocarlas uniformemente sobre la superficie del pastel con la parte cortada hacia abajo y teniendo cuidado de no presionarlas demasiado hacia abajo.
5. Hornear el pastel por 10 minutos, y luego bajar la temperatura a 160 °C (325 °F); y seguir horneando 35 minutos más o hasta que la superficie se torne ligeramente dorada. El pastel debe quedar firme al tacto, y al insertar un palillo en la masa (lejos de alguna fresa), debe salir limpio.
6. Dejar enfriar completamente el pastel antes de servirlo.