DESCRIPCIÓN

Esta sencilla receta de salsa estilo italiano no puede faltar en nuestro refrigerador. Se puede usar para aderezar pastas, vegetales, pizzas, sándwiches y sopas. Se comienza retirando la piel de los tomates, luego se pica el resto de los ingredientes y se dejar cocer todo junto por aproximadamente una hora. Al final se licúa todo y obtenemos una deliciosa y versátil conserva de tomate.

INSTRUCCIONES

1. Lavar los tomates y colocarlos en una olla grande con agua. Dejar hervir por aproximadmente 3 minutos, para que la piel se desprenda fácilmente. Retirarlos del fuego y escurrir. Dejar que se enfríen y quitarles la piel.
2. Mientras tanto, picar la cebolla, ajo, perejil y el resto de hierbas de olor (pueden ser deshidratadas).
3. En una olla profunda calentar el aceite de olivo a fuego medio y freír la cebolla hasta que se vuelva traslúcida, luego añadir el ajo y dejarlo freír por 30 segundos y, finalmente, las hierbas de olor por otros 30 segundos. Añadir los tomates sin piel, aplastándolos con una cuchara de madera.
4. Dejar que todo hierva durante aproximadamente 40-60 minutos a fuego medio bajo, tapando parcialmente la olla para evitar que se nos ensucie demasiado la estufa, pero dejando que la salsa se reduzca. Remover ocasionalmente. La salsa estará lista cuando se haya evaporado la mayor parte del líquido. Salpimentar al gusto y retirar del fuego.
5. Licuar la salsa hasta obtener la textura deseada. El resultado final deberá tener una tonalidad ligeramente anaranjada. Vaciar en recipientes de vidrio herméticos o servir al instante.